El desempleo juvenil, según una investigación de la OIT, aumentará en 2016 y que la pobreza laboral afecta de manera desproporcionada a los jóvenes.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que la tasa mundial de desempleo juvenil alcance el 13,1% en 2016. Ese nivel permanecerá durante 2017 (frente a 12, 9% en 2015).

El informe de la OIT Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016: Tendencias del empleo juvenil  muestra que el número de jóvenes desempleados aumentará. Este 2016 lo hará hasta alcanzar los 71 millones, el primer incremento de este tipo en tres años.

Uno de los datos más preocupantes es el que ofrecen los jóvenes en países emergentes y en desarrollo. Cada vez más viven en extrema o moderada pobreza a pesar de tener trabajo. La investigación también pone de manifiesto la disparidad entre hombres y mujeres jóvenes en el mercado laboral. Un hecho que los interlocutores sociales deben abordar con urgencia, como relata Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT. El problema es particularmente grave en Asia Meridional, en los Estados Árabes y en África del Norte.

Para 2016, el crecimiento económico mundial se estima en 3,2%, por debajo de la cifra prevista a finales de 2015. Esto se debe principalmente a la desaceleración de las economías emergentes.

La mala calidad del empleo sigue afectando a los jóvenes de manera desproporcionada, si bien con diferencias regionales considerables. Por ejemplo, África Subsahariana sigue registrando las tasas más altas del mundo de trabajadores pobres entre los jóvenes (70%). Las tasas de trabajadores pobres entre los jóvenes también son elevadas en los Estados Árabes (39%) y Asia Meridional (49%).

En las economías desarrolladas, son cada vez más los indicios de un cambio en la distribución por edad de la pobreza. Los jóvenes toman el lugar de los ancianos como el grupo que corre el mayor riesgo de pobreza. Hay numerosos motivos para migrar. Una tasa elevada de desempleo, una mayor propensión a la pobreza laboral y una carencia de oportunidades de empleos de calidad. Esos son los factores clave.