Change.org es una plataforma digital que actúa por el cambio en la sociedad. Fundada por Ben Rattray hace unos años, su apertura fue motivada por los abusos que sufrió su hermano al confesar éste su homosexualidad. Rattway -considerado uno de los 100 hombres más influyentes del mundo-, entiende que «la unión hace la fuerza» y aboga por el cambio en la sociedad partiendo del colectivo.

Lo cierto es que esta herramienta ha cambiado el mundo. ¿Se imaginan una iniciativa parecida en la Semana Trágica de Barcelona en 1909? Probablemente con una simple firma los agraviados se hubiesen evitado todos los disturbios que, como consecuencia de la crispación social, se produjeron en aquella semana. La plataforma de peticiones digitales ha superado con creces cualquier previsión, como lo han atestiguado los acontecimientos del 15M, Molly Katchpole contra el Bank of América, la petición de mujeres árabes para que el gobierno saudí les permita conducir… Toda una serie de iniciativas que han cautivado a millones de personas en todo el mundo.

Pero ¿para qué sirve una petición en change.org? Según su fundador y, en el caso particular de España, «no somos una plataforma de recogida de firmas con DNI, como podría ocurrir en el caso de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Nosotros lo que permitimos es que una persona cree presión pública y mediática sobre una institución, un gobierno o una empresa. Lo que muestra la validez de nuestro modelo es que continuamente vemos victorias concretas que muestran que esa presión pública y mediática es efectiva para conseguir los cambios. Con la recogida de firmas clásica de la ILP en España, por ejemplo, no ha habido ni una sola modificación legislativa que haya sido permanente».

Con tan solo 150 empleados en todo el mundo, la plataforma recibe 15.000 peticiones al mes, la mayoría de ellas desde la sociedad civil pues las organizaciones gubernamentales han copado todos los núcleos de acción y, sólo a través de este tipo de herramientas, es posible acelerar ciertos cambios. Uno de ellos es, sin duda alguna, la que desde esta Fundación se quiere llevar a cabo.

La Declaración por parte de las Naciones Unidas de la Década de Empleo Juvenil 2019-2028 necesita alimentarse de la buena voluntad de todos cuantos componemos esta sociedad que parece que ha perdido toda identidad comunitaria. Nuestros jóvenes están en una situación de emergencia nacional y cuantas más firmas sumemos, desde change.org más se priorizará nuestra iniciativa y, por ende, tendremos más respaldo social. Con este fin nos pusimos a trabajar con el objetivo de acumular más de 100.000 firmas que nos permita adquirir esa fuerza social relevante para ‘plantarnos’ en las Naciones Unidas.

Sin el respaldo de la sociedad civil, nada de cuantos se ha construido sería posible. Necesitamos un pequeño esfuerzo más. El fin lo merece.