Entre diversas lecturas de verano cayó en mis manos esta entrevista a Serge Latouche, economista y profesor emérito de la Universidad de París, que publicó el diario El País el 18 de agosto y creo que merece una atenta lectura. Latouche es uno de los precursores de la ‘Teoría del decrecimiento’, concepto al que nos aproximamos en este blog hace un año a partir de las reflexiones del teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff.

Serge Latouche aboga por una sociedad que produzca menos y consuma menos, sosteniendo que es la única manera de frenar el deterioro del medio ambiente que amenaza el futuro de la humanidad. En su último libro ‘La sociedad de la abundancia frugal’ (Icaria) explica que hay que aspirar a una mejor calidad de vida y no a un crecimiento ilimitado del producto interior bruto. No se trata tampoco de abogar por el crecimiento negativo, sino por un reordenamiento de prioridades. Algunas medidas concretas que propone en su libro son los impuestos sobre los consumos excesivos, o la limitación de los créditos. También dice que hay que trabajar menos para ganar más, porque cuanto más se trabaja, menos se gana. Es la ley del mercado. Si hay más oferta de trabajo ante una misma demanda, los salarios bajan. Entonces cree que hay que trabajar menos horas para que trabajemos todos, pero sobre todo para vivir mejor.

Preguntado sobre cómo salir de esta ya larguísima crisis, cita al presidente de Islandia que, el año pasado en Davos, dijo: «la solución a la crisis es fácil, se anula la deuda y luego la recuperación viene muy rápido». Aunque para ello es necesaria una revolución, sin colgar a nadie obviamente, solo con un cambio radical de orientación, porque «el que crea que un crecimiento exponencial es compatible con un planeta finito es un loco o un economista», concluye.

Publicado por Carmen Echevarría para ‘Construyendo capital humano’ el 13 de septiembre de 2013