David Telleria Herrera, Coordinador General, Grupo Peñascal Kooperatiba. 

– ¿Qué colectivos tienen más riesgo de exclusión en la actualidad? 

– El tema de los jóvenes sin cualificación es el más significativo y el tema de inmigrantes, que se mezcla con el de género. Y cada vez más el colectivo de personas mayores de 45 años, cada vez hay más problemas.

– ¿Cómo se puede combatir, es decir, cómo se puede integrar?

– Hay que hacer políticas y medidas muy a medida a cada colectivo,  sobre todo. Lo que no vale y cada vez está siendo un mayor error es hacer políticas, programas y proyectos para todos los jóvenes. Porque llegan a unos, pero a otros no. Hay que diagnosticar cuál es el problema de por qué los jóvenes sin cualificación no se están formando y hacer proyectos integrales en los que se combine, tanto la formación como la causa del problema. Esa es una de las claves: hacer programas interinstitucionales que cojan varios ámbitos e instituciones.

– Desempleo juvenil, condiciones precarias… ¿Esto generará más exclusión social en el futuro?

– Está claro. Hoy en día tener empleo no te asegura que no te suponga una exclusión social. Muchas veces vemos los contratos que hay, de lunes a viernes y te vuelvo a contratar el próximo lunes hasta el viernes. Hay contratos, la gente se está moviendo, no como hace cinco años que no se contrataba nada, peor con unas condiciones… creo que no están soportadas muchas veces. Es verdad que ha habido momentos malos, pero ahora ves empresas que están tirando, están creciendo y, de hecho, se está demandando mano de obra. Sin embargo, hay que dar un poquito más de calidad en el empleo.

– ¿Y por qué cree que no lo están haciendo a pesar de que se han recuperado? ¿Por qué se siguen dando condiciones tan precarias para los jóvenes?

– No lo sé. Lo que sí sé es que tiene que haber un pacto social entre las empresas, instituciones, entidades y agentes sociales… porque hay que cambiar esa mentalidad. En estos momentos el recurso humano no está valorado en las empresas como tiene que estar, sino que está en el inmediato plazo, a que me saque, y sin embargo es una inversión a futuro. Que las empresas inviertan en personas es una inversión a futuro. Tenemos que trabajarlo entre todos. Y el lema actúa en global y actúa en local. En Euskadi por ejemplo, a este nivel por lo menos al estatal no sé, lo veo viable. No somos tantos y nos conocemos bien todos (instituciones, políticos, asociaciones, empresarios…), tenemos mucha relación. Los jóvenes harán un esfuerzo por formarse pero el esfuerzo tiene que ser bilateral, deberíamos reunirnos y dignificar el mercado laboral. Estamos perdiendo una oportunidad.

– ¿Esta falta de empleo ha aumentado la xenofobia?

– Sí, es un riesgo. Pero sobre todo porque está basado en grandes rumores, no es real. En estos momentos tenemos más ofertas de trabajo que alumnos que se quieren formar y muchas las tenemos que desechar porque no las estamos cubriendo. Y, sin embargo, un montón de jóvenes que llevan dos o tres años formándose con nosotros y tienen ya una cualificación media, no pueden entrar a trabajar por tema de papeles, permisos, regularizaciones, plazos… Por eso también es importante el pacto, para facilitar que entren y se evitaría mucha mala prensa y muchos bulos xenófobos.