Los programas electorales de los principales partidos políticos contienen medidas para mejorar la formación e impulsar el empleo

Las elecciones generales del próximo 28 de abril representan una oportunidad para que los partidos que formen gobierno trabajen con ahínco en mejorar las condiciones laborales de los jóvenes. Una vez superada la crisis económica, la mejora experimentada en las cifras macro se ha traducido en un descenso cuantitativo de la tasa de desempleo. En cambio, la temporalidad y la precariedad se han cebado en los menores de 30 años, limitando así sus posibilidades de emancipación. Según los últimos datos de Eurostat, los españoles se van de casa a los 29,3 años, tres por encima de la media europea.

Los principales partidos políticos han incluido en sus programas algunas medidas para tratar de revertir esta situación. Quienes lleguen a la Moncloa dispondrán de un periodo máximo de cuatro años para hacer realidad sus promesas electorales. El futuro de millones de jóvenes está en sus manos.

PSOE
Los socialistas llevan en su programa la promesa de proseguir con la implementación del Plan de Choque por el Empleo Joven, que engloba 50 medidas para mejorar las perspectivas laborales de este colectivo. Otro Plan de Choque irá dirigido en exclusiva a las mujeres para reducir la brecha de género. Uno de sus objetivos en este ámbito es la aprobación del Estatuto del Becario, «fomentando su retribución, limitando el encadenamiento de periodos de prácticas y estableciendo un porcentaje máximo de becarios en las empresas».

Además, el PSOE quiere llevar a cabo «los cambios que eliminen los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012» y elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores para que se adapte «a los cambios sociales, económicos y tecnológicos del mundo actual». El aumento gradual del salario mínimo interprofesional es otra de sus metas.

Respecto a la formación, el partido liderado por Pedro Sánchez quiere impulsar un plan contra el fracaso y el abandono escolar. El objetivo marcado es que en 2025 un 90% de los jóvenes alcancen el nivel de la educación secundaria postobligatoria. Dentro de la Formación Profesional, se ha fijado adaptar sus titulaciones, «en consulta con las empresas e instituciones, para incorporar las competencias digitales más avanzadas».

PARTIDO POPULAR
Culminar la ejecución del Plan de Choque por el Empleo Juvenil, acordado en 2017 por el gobierno de Mariano Rajoy con los interlocutores sociales es una de las principales medidas que recoge el programa de los populares. En concreto, cita la aprobación de un Estatuto de las prácticas no laborales, la implementación de un Programa Integral de Políticas de Empleo para jóvenes sin cualificación profesional y la puesta en marcha del Programa de formación y transmisión de conocimientos en el empleo a través del contrato relevo.

Otra de sus promesas en esta materia se centra en el establecimiento de «nuevos mecanismos que penalicen la contratación temporal injustificada», como el endurecimiento de las multas a las empresas que realicen contratos temporales sin causa o la limitación del encadenamiento de contratos. El partido de Pablo Casado advierte de que «profundizaremos en los avances en flexibilidad del mercado de trabajo alcanzados con la reforma laboral de 2012».

En el apartado 4, titulado ‘Por una educación de calidad y en libertad’, aboga por formar al profesorado para la mejora en el aprendizaje de las materias STEM. A este respecto, quiere desarrollar una estrategia nacional para impulsar las vocaciones STEM entre las alumnas. Y es que, como se recoge en otro epígrafe, «la educación debe responder a los desafíos de una sociedad global y digital en la que los alumnos van a competir con compañeros de cinco continentes y trabajarán en empleos que aún no existen».

En cuanto a la enseñanza superior, se hace hincapié en la necesidad de fomentar la relación entre la universidad y la empresa, «facilitando la incorporación flexible de los estudiantes a los entornos de trabajo en sus diferentes momentos de formación». Un programa internacional de becas de excelencia y el apoyo a la internacionalización de la universidad, con el refuerzo de los programas de movilidad, son otras dos de las medidas más destacadas.

UNIDAS PODEMOS
La formación morada especifica en su declaración de intenciones un epígrafe denominado ‘Protección especial por el desempleo para jóvenes’. En el mismo establece que si gobierna, «el periodo exigido para tener derecho a la prestación por desempleo se reducirá a la mitad para menores de 30 años, al mismo tiempo que la duración de la prestación subirá de un tercio del tiempo trabajado a la mitad». Tras lograr que el salario mínimo interprofesional subiera hasta los 900 euros mensuales, el objetivo ahora es alcanzar los 1.000 euros «y asegurar que esta cuantía se actualiza al nivel establecido en la Carta Social Europea en una legislatura: que el SMI sea, al menos, el 60% del salario medio».

Curiosamente, Unidas Podemos dedica un espacio al videojuego, sector que seduce a muchos jóvenes, del que recuerda que es cultura y una industria con «una gran capacidad de creación de empleo». En este sentido, promete fomentar el talento, fortalecer el ecosistema de pymes existente y articular un plan de formación superior y continua. Asimismo, quiere proteger a los trabajadores, «impulsando una mayor presencia de mujeres».

PNV
El Partido Nacionalista Vasco califica en su programa electoral al empleo como «un reto de primer orden». En la introducción a este apartado, tras reivindicar un marco específico de relaciones laborales, propone la adopción de «medidas que corresponsabilicen a empresas y trabajadores y que apuesten por la formación continua y por la estabilidad como elementos característicos del nuevo empleo, y que tengan como eje conductor huir de la precariedad».

Dentro de las trece propuestas relativas al mercado de trabajo, una de ellas lleva por nombre ‘Dar prioridad al empleo juvenil’. La intención de la formación vasca es «evitar la precarización del empleo joven a través del abuso de la utilización de la figura de las becas de primer empleo, limitando su extensión máxima a un acumulado de 18 meses».

El horizonte laboral de los jóvenes estará más despejado si se implanta, como recoge en otro de los puntos, la Formación Profesional Dual a todos los niveles, también en el universitario, y de forma más intensa. Para ello, se deben aprovechar «las ventajas que ofrece la formación en el puesto de trabajo, corresponsabilizando a las empresas en la capacitación de nuestros jóvenes».

El resto de medidas hacen referencia a la necesidad de impulsar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, la ampliación de la cobertura por desempleo a 36 meses, la igual de género, la simplificación de las fórmulas contractuales o la integración laboral de las personas con discapacidad.