A estas alturas de siglo, ni las nuevas tecnologías son nuevas ni las profesiones del futuro son el futuro. Al menos es lo que se desprende de un reciente artículo publicado por la asesora de la Comisión Europea en competencias digitales, Silvia Leal, en el que la experta TIC ha seleccionado las disciplinas laborales que surgirán con los avances tecnológicos.

Leal, que en 2014 ya había señalado que harían falta en Europa 850.000 empleos en el sector de la tecnología, recuerda que según un estudio de la Universidad de Oxford, tras el tsunami digital el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o dos décadas, y el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias.

Sin embargo, el panorama que se divisa no es plomizo, como podrían sugerir los datos. Todo lo contrario, al fondo se divisan oportunidades sin precedentes para quienes apuesten por e-renovarse, y por los jóvenes que se atrevan a lanzarse a explorar y liderar el cambio. Leal señala once oportunidades laborales para los más jóvenes:

-Analistas y programadores del Internet de las cosas
En 2014 en Internet de las cosas ocupaba a 300.000 profesionales especializados, pero necesitará multiplicar por 15 su fuerza laboral para el año 2020, según las proyecciones de VisionMobile recogidas por la Universidad de Richmond. Y es que cualquier cosa es susceptible de monitorización y domotizacón que permita interactuar con esos objetos. Y sobre esa máxima van a construirse las ciudades y los hogares del futuro. Leal señala que van a hacer falta profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica, que sean capaces de sacar partido a la llegada de estas tecnologías.

-Arquitecto de nuevas realidades
Se espera que la realidad aumentada traiga consigo 110.000 millones de euros en 2020, según los pronósticos de la consultora especializada Digi-Capital frente a los 4.500 millones que se prevén para el 2016. Por todo ello, será necesario que profesionales dedicados al desarrollo de videojuegos, sociología y psicología, cuya formación incluya programación, gamificación, realidad virtual y aumentada, complementados con nociones de humanidades.

-Científico de datos
En este ámbito trabajan profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica. Son personas formadas en matemáticas o estadística, especializados en aplicar sus disciplinas a las nuevas tecnologías.

-Diseñador de órganos
En torno a 70.000 personas están en lista de espera en Europa para un trasplante, según la Comisión Europea, y, desafortunadamente, muchas mueren antes de llegar a recibirlo. Sin embargo, ya se está utilizando la impresión 3D para los órganos sencillos (como las vejigas) y pronto se hará para los más complejos. Por ello, hacen falta profesionales del mundo de la medicina que ayuden a consolidar esta tecnología y, sobre todo, que logren que se convierta en algo al alcance de todos.

-Robotista
El negocio de la robótica moverá en 2020 un volumen global de 75.000 millones de euros, según Merrill Lynch. Es el resultado de la evolución del coste de la robótica, que ha bajado la última década un 27% y se espera un 22% adicional en la próxima, y de los avances provocados por las mejoras tecnológicas en los chips de silicio, sensores y computación. En este ámbito se desarrollará un tipo de profesional con conocimientos de ingeniería y ciencias de la computación que profundice en el desarrollo de robots con estabilidad dinámica, inteligencia y capaces de empatizar con quienes los necesitan.

-Diseñador de redes neuronales e inteligencia artificial
Para que esta industria se desarrolle tendrá que haber personas especializadas en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la tecnología necesaria para replicarlo de forma artificial y que semejante avance tenga aplicaciones concretas y útiles.

-Terapeuta de empatía artificial
La llegada de los robots a las terapias y consultas hará necesarias personas con conocimientos de psicología, sociología, psiquiatría y, por supuesto, las nociones necesarias de programación y tecnología.

-Impresor 3D
La impresión 3D ofrece oportunidades emprendedoras que, hasta hace muy poco, hubieran sido impensables. Sin embargo, lo que más llama la atención es su capacidad para transformar muchos modelos de negocio tradicionales completamente consolidados.

-Protésico robótico
Cada año miles de personas sufren lesiones medulares en todo el mundo. Con la llegada de los exoesqueletos mecánicos y las prótesis robóticas se abre una ventana enorme para devolver miembros con todas sus funciones y controlados por la mente a quienes los perdieron. Esto significa que serán necesarios profesionales con conocimientos de robótica, impresión 3D y biología.

-Ingeniero de nanorobots médicos
Harán falta trabajadores del mundo médico con conocimientos multidisciplinares que abarquen tanto la ingeniería y la computación, como la biología y el conocimiento tradicional de la práctica médica. Estamos frente a otra evolución de profesiones como la de médico y biólogo, que tendrán que complementar sus conocimientos con otros de robótica, y saber qué efectos puede tener la nanotecnología dentro del cuerpo humano.

-Abogado especializado en drones y ciberseguridad
El potencial de tecnologías como los drones o el Internet de las cosas es enorme. Sin embargo, llegan con muchos retos y riesgos sobre la seguridad de particulares y empresas. Por ello, hace falta un marco regulador y profesionales que permitan su expansión, pero que también controlen y limiten lo que las personas sin escrúpulos podrían llegar a hacer con ellas. Para desarrollar y actuar en ese nuevo marco legal se necesitarán abogados con conocimientos de tecnología y su marco regulador.