Aunque en los últimos años cada vez más jóvenes deciden acometer proyectos empresariales por su cuenta, la realidad es que la mayoría siguen apostando por trabajos seguros

El extremeño Miguel Casasola y la vasca Virginia Arrasate no solo han crecido en regiones opuestas y distantes la una de la otra. También sus destinos discurren por derroteros diferentes. Miguel, historiador y escritor, se lanzó, con dos amigos más a impulsar ‘Ártese quien Pueda Ediciones’, una editorial que busca publicar novelas y poemarios a escritores jóvenes que no han encontrado su hueco en el mercado editorial convencional. Virginia terminó la carrera de Derecho y empezó a prepararse para unas oposiciones que la llevaron a Barcelona y ahora a Madrid, donde trabaja en la Dirección General de Tráfico. Miguel pertenece al 26,8% de jóvenes que están pensando en crear un negocio o lo han hecho ya. Virginia, al porcentaje restante que aspira tener un empleo seguro, bien sea en la administración pública, una multinacional o una Pyme.

El estudio ‘Y después de la Universidad, ¿qué?’ elaborado por GAD3 y promovido por Educa2020 y la Fundación AXA, apunta a que en el ámbito universitario casi tres de cada diez estudiantes, un 26,8%, están pensando crear un negocio o lo han hecho ya, pese a las dificultades de financiación que encuentra la mayoría (un 75,5%), trabas administrativas (31%) y de fiscalidad (21,9%). Los responsables de la encuesta hecha por Internet a 8.600 jóvenes de toda España señalan, además que la Comunidad de Madrid ostenta el porcentaje más alto de emprendedores del país.

Si bien la mayoría de jóvenes quieren ser funcionarios -más del 25%-, su aspiración es encaminar su futuro sobre todo hacia dos ramas, salud y educación, lejos de la imagen tradicional del gris personal de ventanilla. Según la encuesta, Andalucía, Aragón, Galicia y Murcia son las regiones que concentran más estudiantes que aspiran a tener un empleo en la Administración porque, según los encuestados proporciona una vida laboral cómoda y segura. Los jóvenes que desean emprender un proyecto empresarial o un negocio, un 18,8%, ambicionan ser sus propios jefes y buscan la independencia. Aunque también un 22,6% de los alumnos quieren trabajar en una multinacional, y un 11% en una pyme.

Sacando chispas a Internet

La radiografía del estudio se completa apuntando a que las nuevas tecnologías están siendo un auténtico motor que propulsa a los jóvenes con iniciativa emprendedora, que ven en el mundo digital la oportunidad para explotar su idea de negocio. Son los que estudian Ingeniería y Arquitectura (con un 32,7%) los que sienten en mayor medida esa llamada. Y, según los datos de el estudio nueve de cada diez de estos jóvenes estudian en universidades públicas.

La crisis económica y el masivo uso de Internet están minando esas actitudes conservadoras en los jóvenes que buscan encadenar los estudios con el inicio en la vida laboral. «La tecnología ha destruido muchos puestos, lo que ha producido paro, pero también ha permitido la creación de nuevos negocios», señala el sociólogo Narciso Michavila, presidente de GAD3.
El perfil del emprendedor

Como se desprende de la encuesta, la mayor parte de los jóvenes con iniciativa emprendedora han estudiado en un colegio privado, y su padre o su madre son empresarios o autónomos. Los alumnos de los privados afirman en un 36,9% pensar en el emprendimiento para su salida laboral frente a un 25,3% de los concertados y un 24,0% de los públicos. Además, hay una diferencia de hasta 10 puntos entre los hijos de padres empresarios o de autónomos: un 31,2% en el caso de los primeros, 20,6% en los segundos. Otro dato relevante del estudio es el que tiene que ver con la brecha entre géneros: un 34% de los hombres frente al 21,4% de las mujeres.