Un 25% de los jóvenes quiere ser funcionario, pero para lograrlo es necesario mucho esfuerzo y preparación

Los jóvenes en desempleo han encontrado en las oposiciones una puerta abierta al mundo laboral. Así, uno de cada cuatro aspira a alcanzar un puesto de empleo público, según un estudio realizado por el Círculo de Formación entre los 17.872 asistentes a la última edición de UNITOUR en España, una feria de orientación universitaria.

Sin embargo, obtener un buen resultado en una oposición no es tarea fácil. Quienes no se han presentado nunca, piensan que es cuestión de suerte, pero los aspirantes expertos cargan a sus espaldas con horas de estudio y preparación. Si es tu primera vez, estos consejos pueden ayudarte.

Lo primero que debes plantearte es si de verdad te ves en ese empleo. ¿Quieres ser celador pero odias los hospitales? ¿Te presentas a bombero pero el fuego te da miedo? Cuando lo tengas claro y hayas decidido a qué oposición presentarte, infórmate bien sobre el temario y los requisitos que deben cumplir los aspirantes.

Hecho esto, toca decidir si prepararte en un centro especializado o por cuenta propia. Las academias ponen a tu alcance formación específica, pruebas de exámenes y un equipo de profesores con gran experiencia en oposiciones. Si optas por una, conviene que te asegures de que garantiza un temario actualizado y otro tipo de material, como guías, test y exámenes de prueba. También debe disponer de profesores expertos y profesionales, contar con experiencia en el sector, acreditar un recomendable porcentaje de aprobados y gozar de buena reputación.

Si, por el contrario, decides estudiar por tu cuenta, te sugerimos una serie de consejos para facilitarte la labor.

Para empezar, acondiciona tu lugar de estudio. Para que una mente esté en orden, es necesario que el entorno lo esté. Recoge, ilumínalo, hazte con material de estudio -bolígrafos, notas adhesivas, subrayadores, agenda y un tablero donde colgar tu planificación o frases de motivación-.

Organiza tu tiempo de estudio, primero porque no sirve de nada estudiar un día completo y no volver a tocar al temario hasta cinco días después. Y segundo, porque nuestro rendimiento desciende cuanto más tiempo seguido estudiamos. Por eso es mejor que hagas sesiones cortas de estudio -45 minutos, por ejemplo- y que descanses entre cada una de ellas. Y mientras estudias, ignora las redes sociales, el whatsapp, la tele y cualquier otra distracción.

¿Ya estás preparado? Coge el temario, léelo, busca los términos que no comprendas y sustitúyelos por sinónimos. Haz resúmenes con las ideas principales y esquemas porque, mientras los preparas, tu cerebro memorizará. Y subraya lo importante, porque te ayudará a organizar mapas mentales y a visualizar.

Para presentarse a una oposición no solo es necesario dedicar horas a estudiar o a la preparación de pruebas físicas. También requiere de aptitudes como la constancia y la fuerza de voluntad, porque es un proceso largo y habrá días en los que no tendrás ganas. Cuando eso ocurre, recuerda tu objetivo. Y para reforzarlo, puedes colocar mensajes de motivación que te inspiren en esos momentos.