Desde Novia Salcedo Fundación plantean que la búsqueda del propio desarrollo profesional debe ser un proceso más planificado y meditado, pues como le gustaba recordar a Séneca “Ningún viento será bueno para quien no sabe a qué puerto se encamina”. Un esquema que se traduce en 4 puntos:

–          ¿Cuál es mi propósito vital? ¿qué es lo que me apasiona?

–          ¿Cuáles son las competencias que tengo para alcanzar ese propósito?

–          ¿Cómo está evolucionando mi entorno y qué demanda?

–          ¿En qué me puedo ir apoyando para alcanzar ese objetivo?

Un buen ejemplo de estos nuevos planteamientos a la hora de enfrentar el mercado laboral, que no siempre se tiene por qué traducir en el logro de un empleo por cuenta ajena, lo constituye Sergio Fernández, autor de ‘Vivir sin Jefe’ y a quién podemos ver en el siguiente vídeo.