El BYEF reúne a representantes de diferentes organizaciones internacionales para compartir estrategias con las que fomentar el acceso de los jóvenes al mercado laboral

En el mundo hay 71 millones de jóvenes en paro. Una cifra que, a simple vista, no aporta buenas vibraciones pero que, sin embargo, es un poco mejor que la que se manejaba hace apenas unos años, cuando el desempleo juvenil a nivel mundial afectaba a 74 millones de personas. Con estos datos como telón de fondo se ha celebrado la cuarta edición del Bilbao Youth Emplyment Forum-BYEF, en el que se han dado cita representantes de algunos de los principales agentes e instituciones inmersas en la creación de empleo a nivel global. Tanto es así que Javier Krawicki, miembro del comité iberoamericano de la Campaña Internacional a favor del empleo juvenil y socio fundador de ‘Tu primera pega’, destacó que se trata de «uno de los foros sobre empleo juvenil más importantes a nivel mundial».

Para conocer un poco mejor y más de la realidad profesional a la que tienen que hacer frente jóvenes de todo el mundo, la mesa ‘Experiencias de países, estrategias, planes y programas sobre empleo juvenil’ expuso los principales problemas y algunas de las estrategias con las que instituciones y organizaciones sociales están trabajando para intentar paliar esta lacra del siglo XXI.

Siguiendo la máxima que reza ‘da a un hombre pescado y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá siempre’, Nik Kafka fundó la organización ‘Teach a man to fish’. Una institución que promueve la educación como la llave para acabar con el desempleo y la pobreza en países como Uganda, donde Kafka llama a «trabajar en un sistema educativo que no funciona porque está diseñado para otra época». Es por ello que ‘Teach a man to fish’ ha diseñado un modelo educativo «para que cualquiera pueda crear su propio trabajo». Un ‘school enterprise model’ en el que son los propios alumnos quienes trabajan una idea de negocio junto a sus mentores, crean un plan de negocio y llegan a poner en marcha una empresa real que, si es viable, puede llegar a crecer y diversificarse. «Uno puede llegar muy lejos empezando de cero», defiende Kafka.

En el caso de Europa, hay un territorio muy peculiar si hablamos en términos de empleo, la región de Alsacia, en la que hacen frontera Francia, Alemania y Suiza. Y es particular porque en un tramo relativamente pequeño confluyen realidades tan diferentes como las economías de los países que lo conforman. En territorio alemán hay menos del 3% de desempleo juvenil y «hay un joven por cada seis vacantes en programas de aprendizaje, una situación paradisíaca», aseguró Sylvia Müller-Wolff, asesora de EURES-Karlsruhr-Rastatt

Una situación parecida a la de Suiza, donde el paro entre los jóvenes es un «problema pequeño que apenas afecta al 3%», pero que en la vecina Francia toca por completo al 23% de los menores de 30 años. Es por ello que desde la red EURES trabajan «para buscar un equilibrio, entrando en las aulas e informando a los jóvenes franceses de las posibilidades de empleo que existen al otro lado de la frontera«, destaca Müller-Wolff.

Estrategias para el primer contacto laboral

En Latinoamérica hay alrededor de 22 millones de ‘ni-nis’, es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan. Pero Javier Krawicki advierte de que muchos lo son muy a su pesar. «El 70% son mujeres que se han quedado embarazadas antes de los 18 años y han tenido que poner por delante su vida privada a la profesional», explica el representante del comité iberoamericano de la Campaña Internacional a favor del empleo juvenil. Es por ello que tanto desde su organización ‘Tu primera pega’ como desde el propio comité trabajan por ayudar a los jóvenes de la región a encontrar su primer empleo. ¿Cómo? «Trabajando de manera conjunta con los propios jóvenes, con los gobiernos y las instituciones de cada país y con las propias empresas para complementar estrategias que favorezcan el primer contacto laboral de los jóvenes«, señala Krawicki.

Mas cerca, en casa concretamente, dos de los principales problemas a los que tienen que hacer frente los jóvenes vascos es a la temporalidad de los contratos y a su escasa predisposición al autoempleo. Si bien es cierto que según datos del Gobierno vasco, la tasa de desempleo está descendiendo, el Ejecutivo autonómico trabaja en un plan estratégico de empleo «operativo, transversal y participativo», según Amaia Arteaga, directora de Planificación e Innovación.

Entre sus principales líneas de actuación se encuentra el apostar por las pymes y el desarrollo local, fomentar el emprendimiento y el empleo juvenil, desarrollar una formación más adecuada para la incorporación al mercado, incentivar la inserción laboral, mejorar la calidad del trabajo así como el propio Sistema Vasco de Empleo. «Se trata de llevar a cabo una reflexión para la evaluación y luego actuar», aclaró Arteaga.