El último informe de la OCDE titulado ‘Panorama de la sociedad’, publicado el pasado 5 de octubre, pone el foco sobre los 40 millones de jóvenes entre 15 y 29 años, que no estudian ni trabajan, en los 34 países socios de la organización. Entre sus conclusiones, la OCDE señala que España fue el país donde más se redujo en términos porcentuales el empleo juvenil entre 2007 y 2015, lastrado por el elevado fracaso escolar y los diferentes tipos de contratos. El informe señala que el 22,7% de los jóvenes españoles se encuentra por fuera del mercado laboral y del sistema educativo, es decir 1.642.804  de jóvenes con perfiles muy diversos.
En España los nini experimentaron un vertiginoso aumento de 10 puntos porcentuales durante el periodo más duro de la crisis, desde 2007 hasta 2013, cuando se alcanzó un máximo del 26%, a causa de una destrucción masiva de puestos de trabajo que afectó especialmente a jóvenes que no tenían estudios y trabajaban en sectores como la construcción.
Aunque la tasa de jóvenes que ni estudian ni trabajan se redujo los dos años siguientes, hasta ubicarse en un 23% en 2015, los vaivenes del mercado laboral español han impedido que la cifra siga ralentizándose. En este sentido, el analista Stéphane Carcillo, autor del informe de la OCDE, señaló que la dualidad del mercado laboral español potencia la destrucción de empleo que perjudica a personas con contratos temporales (en buena medida jóvenes) muy flexibles, al tiempo que permite su rápida creación en tiempos de bonanza económica, un modelo que no contribuye a la consolidación del empleo.

Combatir el fracaso escolar

Carcillo vinculó el fracaso escolar y el absentismo con la pobreza, la falta de oportunidades y la exclusión del mercado laboral de miles de jóvenes en el país. Por eso, para afrontar el problema del desempleo juvenil, la OCDE recomienda en primer lugar atajar el abandono escolar y fortalecer la formación profesional con las recetas que ofrecen países nórdicos donde hay intercambios intensos entre los servicios sociales y los centros escolares para actuar cuando se detecta absentismo escolar y evitar que acabe en abandono de estudios.
El objetivo es evitar que los jóvenes que corren el riesgo de descolgarse del sistema educativo permanezcan en proyectos de empleo o de aprendizaje, por lo que la formación profesional es una de las claves para que chicos y chicas encuentren una salida laboral.  Carcillo indicó que un 15% de los jóvenes en Alemania están cubiertos por el aprendizaje, cuando en España son sólo el 4%.
En un informe de agosto, la OCDE llamó la atención en que España dedica más tiempo que otros países a las asignaturas instrumentales (lengua, matemáticas, lengua extranjera y ciencias sociales) y apenas dedica tiempo a materias relacionadas con la música, las artes plásticas o la tecnología. Sin embargo, los resultados de las pruebas de PISA no acompañan este tiempo y esfuerzo.