El final de la etapa formativa lleva aparejado el inicio de la búsqueda de trabajo, un proceso que no está exento de dificultades en un mercado laboral cada vez más exigente y complejo. Pocos jóvenes -y profesionales que pierden su empleo tras permanecer muchos años en la misma empresa- disponen de los conocimientos y las habilidades necesarias para superar un proceso de selección. Por suerte, existen talleres y charlas en las que orientadores laborales les proporcionan la formación necesaria. Tres expertos reflexionan sobre la importancia de su labor y ofrecen consejos.

Itziar Casillas. Orientadora laboral en Fundación Novia Salcedo

«Los jóvenes deben estar en las redes sociales donde las empresas tienen presencia»

Novia Salcedo es toda una institución dentro de la inserción laboral de los jóvenes, un reto que abordan desde un planteamiento integral. Con una experiencia de más de 36 años, a sus programas de formación y prácticas en empresas se une el de orientación laboral, en el que tomaron parte el pasado año 1.376 jóvenes.
Un equipo formado por catorce profesionales organiza dos tipos de talleres. El primero está dirigido a identificar qué competencias requiere el mercado laboral. «Buscamos dotar a los participantes de las herramientas necesarias para que reflexionen sobre las demandas del mercado y les orientamos hacia el diseño de un plan de búsqueda de empleo», precisa Itziar Casillas. Dinámicas de grupo en las que se simulan entrevistas de trabajo, elaboración de currículos y otras actividades ayudan a los jóvenes a aprender a gestionar su trayectoria profesional.

En el segundo taller que oferta la Fundación se trabajan las competencias relacionales y de comunicación. «Todo el mundo sabe que sólo se publican aquellas ofertas de empleo que no se llegan a cubrir por otras vías, hecho que se ve multiplicado si nos vamos a internet», subraya. Partiendo de este hecho, en los talleres se enseña a cómo puede uno beneficiarse del networking y de qué manera es posible mejorar el posicionamiento en redes profesionales como LinkedIn.

– ¿Cuáles son las principales dudas que plantean los jóvenes?
Las principales dudas vienen determinadas por la escasa información que tienen sobre las empresas: sectores de actividad, requisitos… Ellos mismos nos cuentan que durante su etapa académica apenas reciben orientación, y de ahí la falta de información sobre las demandas del mercado donde buscan insertarse. Quizás lo que nos llama más la atención es que aún se mantiene la brecha entre la formación técnica recibida en los estudios y lo que se puede aplicar en la realidad. Las personas que vienen a las orientaciones necesitan apoyo en entrenamiento de habilidades y actitudes que no se enseña en los estudios: a negociar, a ser proactivo, a tomar decisiones, a comunicarnos…

– ¿Son conscientes de la importancia de ‘saber venderse’ a la hora de encontrar un trabajo en un entorno tan competitivo?
Son conscientes, el problema viene cuando tienen que identificar cuáles son los factores que entran en ese ‘proceso de venta’. Muchas veces los orientadores tenemos que concienciarles de que tienen que visibilizar y potenciar sus fortalezas, pero también que hay que ser conscientes del impacto que tienen las acciones que realizan. Dan por hecho muchas potencialidades y tienden a repetir aquellas que están de moda sin justificar por qué consideran que es una fortaleza para ellos o ellas. Si este ‘proceso de venta’ lo trasladamos a las redes sociales, el impacto se multiplica, de ahí que demos tanta importancia a la imagen que proyectamos y quién puede acceder a ella. En lo que a redes sociales se refiere, es importante analizar y enseñar a los jóvenes cómo sacar rendimiento a las mismas. Hay que estar en las redes en las que las empresas tienen presencia, y saber cómo ser buscado.

 


José Jiménez. Fundador de www.orientacionparaelempleo.com

«Es muy importante que tengan claros sus objetivos profesionales y sus prioridades»

José Jiménez y su equipo de colaboradores dan respuesta a las principales necesidades que manifiestan aquellas personas que teclean la dirección orientacionparaelempleo.com. Tutoriales, artículos y guías proporcionan información útil sobre cómo redactar una carta de presentación, gestionar la visibilidad en LinkedIn o buscar trabajo mientras se está trabajando. Su contacto con los jóvenes le ha enseñado que su inquietud más habitual es que «tienen la sensación de estar en un círculo vicioso en el cual se les pide experiencia, experiencia que no tienen si nadie les da esa primera oportunidad. Además, les preocupa un contexto que genera pocas oportunidades y no poder dedicarse a lo que han estudiado».

A juicio de este experto, la mejor ayuda que se les puede ofrecer es el empoderamiento. «No deben tener prisa, pero sí deben perseverar, mantenerse fuertes en su valor, en su potencial, porque las oportunidades acaban llegando para quienes las persiguen con actitud de trabajo». A pesar de que están de moda las plataformas online de empleo, Jiménez aconseja probar y elegir solo un par de ellas para profundizar en su uso, ya que es necesario involucrarse más para sacarles partido. No obstante, recuerda que lo más importante en cualquier proceso de búsqueda de empleo, además de dedicar tiempo a preparar el CV y las entrevistas de trabajo, «es sobre todo que tengan claros sus objetivos profesionales y sus prioridades».

– ¿Qué errores se suelen cometer al elaborar un curriculum?
1. El error principal es no dar importancia a tener un CV bien trabajado a todos los niveles.
2. Un error típico es usar fotos y cuentas de mail poco profesionales.
3. Un error frecuente, omitir las experiencias de verano o trabajos de fines de semana. Estos trabajos, aunque no estén relacionados directamente con sus objetivos profesionales, aportan mucha información y son muy interesantes para las empresas.
4. La falta de objetivos definidos. Es importante transmitir ideas y objetivos claros en el CV. El ‘busco trabajo de lo que sea’ es muy negativo.
5. Añadir información poco relevante, como títulos formativos antiguos. Es suficiente con colocar el último nivel formativo logrado. Dónde se ha cursado la ESO no es importante para las empresas.
6. Otro error es incluir todos los cursos y seminarios realizados. Es más conveniente poner solo aquellos realmente interesantes o relacionados con el puesto de trabajo que estás buscando.
 
– ¿Y al acudir a una entrevista de trabajo?
1. El más habitual es no haber preparado la entrevista, las preguntas más frecuentes.
2. Un error grave es no saber mucho de la empresa, porque conocer la empresa da muchos puntos.
3. No conocer sus puntos fuertes o no saber trasmitirlos.
4. No transmitir entusiasmo y motivación.

 


María Asunción Gallo. Orientadora sociolaboral y socia fundadora de AOSLA-Gizalan

«El reto es adaptar la intervención a cada caso y circunstancia»

La Asociación de Profesionales de la Orientación Sociolaboral de España (AOSLA-Gizalan) agrupa a más de 7.000 personas que trabajan en una profesión que, de momento, carece de reconocimiento oficial. Se trata, por tanto, de una cifra que recoge solo a una parte de quienes se dedican a este sector. «No existe una base de datos en la que se inscriban aquellas personas que tienen la orientación sociolaboral como profesión. Obviamente quienes nos dedicamos a esto tenemos muy claro lo que somos, pero oficialmente la profesión no está reconocida», lamenta María Asunción Gallo.

Desde la asociación se ofrece formación especializada, intermediación, información y sensibilización tanto a profesionales de la orientación como a las entidades, organismos e instituciones en las que ejercen. Todo ello sin perder de vista su principal objetivo, que no es otro que lograr que «la orientación sociolaboral llegue a tener reconocimiento como profesión y constituirnos como Colegio Profesional. Pero ese es un trabajo complicado y al que hay que dedicar mucho tiempo, esfuerzo y medios. No le vemos un horizonte cercano», confiesa.

Con 22 años de experiencia, aplaude que institutos y universidades dispongan de departamentos de orientación. Se trata de la primera fase en la ‘orientación a lo largo de la vida’, un concepto poco conocido por el que ya apostó la UE en 2007 al establecer una Red de políticas para este ámbito. El fin es promover la cooperación entre los Estados miembros para fomentar la coordinación y colaboración entre los distintos proveedores de orientación -educativa, laboral, profesional, social…- a nivel nacional, regional y local. «La idea es que cualquier persona que necesite orientación en cualquier momento de su vida pueda acceder a ella; y que quienes la llevan a cabo tengan preparación para orientar en cualquiera de esos campos».

-¿Qué beneficios obtiene el alumnado?
En concreto, el alumnado que puede acceder y, de hecho lo hace, a servicios de orientación para la búsqueda de empleo, conoce mejor el mercado de trabajo y es capaz de llevar a cabo una búsqueda autónoma, que es el objetivo último de las acciones de orientación sociolaboral.
 
-¿Cuáles son las demandas más habituales entre las personas que buscan un trabajo?
Depende. En orientación no hay respuestas taxativas, porque cada caso es único. Las demandas de las personas tienen que ver con muchos aspectos, algunos de ellos íntimamente relacionados con cuestiones personales. Por ejemplo, no es lo mismo lo que pueda demandar una persona joven que acaba de completar su formación y se enfrenta a la búsqueda de su primer trabajo, que lo que busca alguien que ha trabajado durante un tiempo y pierde su empleo. No es lo mismo lo que demanda alguien que no tiene cargas familiares que alguien que sí las tiene. Las demandas dependen, además, del nivel de formación que se tenga, la titulación, los intereses, la edad, la movilidad, la disponibilidad horaria y/o geográfica, la existencia de discapacidad, de si se es emigrante o inmigrante, incluso del género. Hay tantas demandas como condicionantes. Por eso, quienes trabajamos orientando en la búsqueda de empleo tenemos el reto de adaptar nuestra intervención a cada caso, a cada circunstancia.