Con el horizonte en 2030, el organismo quiere potenciar el trabajo con y para los jóvenes

Escuchar las voces de los jóvenes y abrir caminos para una participación significativa en las decisiones que les afectan son dos de los objetivos que se ha marcado Naciones Unidas dentro de la nueva estrategia de juventud que presenta el día 24 de septiembre durante su Asamblea General.

Con 1.800 millones de jóvenes de entre 10 y 24 años en el mundo, este colectivo es el que concentra un mayor número de problemas derivados de la falta de expectativas laborales. Además, según datos de la ONU, dentro de siete años el 89% de la población juvenil mundial se concentrará en países en desarrollo. Es por ello que directa o indirectamente les afectan muchas de las medidas recogidas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En este sentido, el secretario general de este organismo, António Guterres, afirmó durante el Día Mundial de la Juventud que «debemos invertir para que los jóvenes tengan acceso a la educación, la capacitación y el trabajo decente para alcanzar su máximo potencial». Igualmente, abogó por construir espacios seguros, tanto físicos como digitales, donde «puedan expresar libremente sus opiniones» y «perseguir sus sueños».

Estrategia europea 2019-2027

La necesidad de aumentar la participación de los jóvenes en la elaboración de las políticas de la UE guía también la Estrategia de Juventud que está elaborando la Comisión Europea para el periodo 2019-2027. Las nuevas acciones se realizarán en torno a tres áreas: el compromiso de los jóvenes para participar en la vida democrática europea, la conexión entre jóvenes de dentro y fuera del territorio gracias a proyectos de voluntariado e intercambios físicos y virtuales, y el empoderamiento a través del trabajo y el voluntariado.

Esta estrategia, que contará con el programa Erasmus+: Juventud en Acción como uno de los principales instrumentos para conseguir sus objetivos, propone algunas novedades. Por ejemplo, un nuevo coordinador coordinador de la UE canalizará las voces de los jóvenes en la Comisión, lo que les permitirá contribuir a dar forma a las políticas en todas las áreas. Igualmente, se establecerá una agenda para el trabajo en el ámbito juvenil que tiene como fin mejorar aún más su calidad, innovación y reconocimiento y permitir que otros sectores capitalicen el potencial del aprendizaje no formal.