La gestión emocional es muy importante para no ponerse nervioso. Una de las recomendaciones para pasa por practicar frente a un espejo

La entrega del currículum es solo el inicio de un proceso de selección para una serie de pruebas que, si hay suerte, llevan al aspirante a la entrevista personal. Esta última etapa será la oportunidad de demostrar que reúne las capacidades y habilidades idóneas para el puesto. «Hay que acudir preparados para esta cita. Tener un conocimiento de la empresa, saber a qué se dedica, la cultura corporativa», explica Isabel Iglesias, experta en Recursos Humanos y procesos de selección.

Es importante tener en cuenta el lugar, hora y nombre de la persona que te evaluará. En algunos casos, el lugar de la entrevista es diferente al de la empresa. Intenta llegar unos quince minutos antes, así evitarás llegar tarde. Iglesias es partidaria que los candidatos asuman un rol activo. «Ellos también pueden preguntar a su entrevistador. De esta forma quien está al frente de la mesa sabe que tienes cierto conocimiento de la compañía».

Las primeras impresiones son muy importantes, y las señales no verbales a veces importan más que las verbales. Se trata de sonreír con confianza, estrechar la mano firmemente y hacer contacto visual. Además de mostrarse contento, proyectar energía y entusiasmo por estar presente en el lugar esta será, sin duda, una forma de evidenciar que te gustaría formar parte de la compañía.

 

– La vestimenta

Intenta adaptar tu estilo al de la compañía. La ropa transmite tu personalidad. El reclutador también puede aconsejarte el código de traje habitual. Ten en cuenta que también debes sentirte cómodo con el atuendo que llevas puesto.

– Las preguntas

Los entrevistadores te harán preguntas sobre tu formación, experiencia profesional y competencias, con el objetivo de valorar si eres la persona adecuada para el empleo. Existen algunas preguntas que son comunes y utilizadas frecuentemente por los responsables de los procesos de selección. Entre ellas sobre cuáles son tus virtudes o defectos. Entonces será mejor preparar unas posibles respuestas a estas preguntas. Repasa, una y otra vez, esto hará que sea más fácil recordarlas.

– Gestión emocional

Casi siempre, las preguntas ponen nerviosos a los candidatos. Lo importante es practicar y gestionar tus emociones. «Si te da más seguridad, ensaya delante de un espejo tu forma de expresión. Así observarás cómo es tu lenguaje verbal, no verbal y paraverbal (el tono y el ritmo)», recomienda la especialista. Estas expresiones deben pasar por «las seis emociones básicas» (miedo, sorpresa, alegría, enfado, tristeza y asco).

Aspectos positivos Aspectos negativos
Tener claro qué puedes ofrecer a la empresa Mostrar problemas de disponibilidad o de movilidad
Conocer la empresa y el puesto de trabajo vacante Dar muestras de agresividad o de poco control
Preparar preguntas para hacer al entrevistador Dar muestras de rigidez o de poca adaptabilidad
Recordar los datos y detalles de tu currículum Ser impuntual
Cuidar la indumentaria y la higiene personal Parecer poco dinámico
Llevar toda la documentación necesaria Parecer que no tienes confianza en ti mismo