Un estudio pide la creación de 150.000 nuevas plazas para impulsar este modelo educativo en España

Una de las principales paradojas que encierra el desempleo en España se encuentra en el hecho de que mientras millones de jóvenes siguen lejos de un trabajo estable, muchas empresas del sector industrial no encuentran personal cualificado. Los requerimientos tecnológicos que deben cumplir para mantener su competitividad -digitalización, ciberseguridad…- les obliga a incorporar informáticos e ingenieros que deben familiarizarse cuanto antes con las nuevas herramientas y modos de trabajar. Algo que no siempre es fácil si no se ha compaginado la formación en el aula con el desempeño laboral.

La mejor forma de adaptar los conocimientos teóricos a las necesidades empresariales es borrando la división existente entre el mercado laboral y el mundo educativo. Un objetivo en el que la Formación Profesional Dual está logrando importantes éxitos en distintos países de Europa pero que sigue siendo una asignatura pendiente en España. Un informe de la OCDE la situaba en 2017 entre las que presentan peores tasas de escolarización en FP de todos los países industrializados. Como muestra, solo el 12% de los alumnos están matriculados en FP, menos de la mitad de la media (26%) y menos del 1% reciben el modelo dual que combina enseñanza con trabajo.

Conscientes de las posibilidades que ofrece la formación dual, el Círculo de Empresarios y la Cámara de Comercio de España presentaron recientemente el documento ‘Jóvenes ilusionados con su futuro’, en el que reclaman un Pacto de Estado en el que sea prioritaria la inversión en infraestructuras educativas y una mayor colaboración del ámbito institucional, educativo y empresarial.

Países de referencia

Según los autores de este informe, equiparar la oferta educativa de FP a la media europea requeriría la creación de 150.000 nuevas plazas repartidas por toda la geografía española. El objetivo más ambicioso de alcanzar a países de referencia como Austria, Países Bajos y Suiza obligaría a medio plazo a llegar hasta las 350.000 matriculaciones.

Con la única excepción del País Vasco, donde el modelo dual suma cada año más alumnos y empresas, en el resto del país este modelo no termina de cuajar. La excesiva atomización del tejido productivo, el desconocimiento por parte de las empresas de las ventajas que tienen los contratos para esta modalidad o el escaso prestigio del que sigue gozando la FP fueron los motivos que adujo el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet.

Su homólogo del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, incidió en la necesidad de que los jóvenes adquieran unos conocimientos y habilidades que les permitan incorporarse a la vida laboral lo antes posible. “No debería darse en ningún momento la situación que hoy en día estamos viviendo de que haya empleos disponibles que no pueden cubrirse por falta de formación entre los desempleados”, añadió.

El informe recomienda actualizar los contenidos educativos a las necesidades laborales presentes y futuras involucrando en mayor medida a las empresas, reforzar la orientación profesional durante la ESO, mejorar la imagen de la FP e impulsar la modalidad dual entre las pymes.