youth unemployment map

El desempleo juvenil es un problema que afecta a todo el mundo. Más de 75 millones de jóvenes entre 16 y 25 años están en situación de desempleo o tienen graves dificultades para acceder al mundo laboral según datos de la OIT. A través de las siguientes líneas, desde Youth Employment Decade (en adelante YED) queremos analizar el mapa que encabeza este artículo, basándonos en los textos ya publicados en la web y que nos pueden servir para seguir profundizando más detenidamente en el tema que nos atañe.

Europa Oeste y América del Norte

La OIT advirtió en un informe reciente que los países con alto desempleo juvenil son “especialmente vulnerables”. Lejos de corregir la situación, desde que comenzó la crisis económica las condiciones han empeorado. En Europa, las cifras son alarmantes. De entre los 10 países con mayor número de adolescentes en paro, 7 son europeos. España y Grecia encabezan la lista con un 50% de desempleados.  Ambos son casos llamativos ya que desde 2008 la zozobra económica ha hecho que muchos jóvenes cualificados hayan optado por salir del país en busca de un futuro mejor. En el país heleno sobre todo, dada la incertidumbre que envuelve al país, esa tendencia se ha acentuado. Otro país de la cuenca Mediterránea como es España también tiene un gran problema con los jóvenes. Desde Bruselas se advirtió al Gobierno de Madrid que los números no cuadraban y en caso de proseguir con el alto desempleo entre los jóvenes, la situación podría volverse “insostenible”.

Bosnia, Italia, Croacia… también están afectados. Desde las instituciones europeas han tratado de paliar esta situación y, por ello, trataron de activar en 2013 la Garantía Juvenil, una inyección de dinero a los Estados Miembros de la UE para frenar las posibles consecuencias. Las partidas fueron de 6.000 millones de euros pero la OIT estimó que para hacer frente a esta grave pandemia se necesitaba 21.000 millones como mínimo.  Dos años después de su lanzamiento, apenas ha mejorado la situación.

La situación es tal que incluso el Papa Francisco I, en su discurso en el Parlamento europeo, mencionó el desempleo juvenil aludiendo que los jóvenes no podían quedar socialmente excluidos.

En Estados Unidos los jóvenes también se ven afectados. Incluso, en las elecciones presidencial de 2016, los candidatos demócratas han acaparado el discurso para luchar contra el desempleo juvenil. Tanto el Senador Sanders como la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton han mencionado en varias ocasiones el tema. El primero haciendo hincapié en los jóvenes afroamericanos y, la ex primera dama ofreciendo un plan basado en la rebaja fiscal a las contrataciones.

América Latina y el Caribe

El Viejo Continente padece este triste problema, pero al otro lado del Atlántico también los jóvenes se encuentran en la misma situación. Por ejemplo en América Latina y el Caribe, a pesar de que no se pueda analizar el desempleo juvenil como un todo, la mayoría de países latinoamericanos lo comparten. El Nuevo Mundo debe de pasar de la “preocupación a la acción” en este tema.

En Colombia, el desempleo juvenil alcanza el 16%, un dato que se ha logrado reducir en los últimos años gracias a la labor conjunta tanto del Gobierno como de las Organizaciones Civiles. Sin embargo, una de las asignaturas pendientes en este país y en América Latina en general es la desigualdad.  Sobre todo en las zonas rurales, donde el índice de pobreza juvenil alcanza el 60% en el caso colombiano.

Uruguay por su parte es uno de los países donde con más empuje han tratado de combatir el desempleo juvenil con varias leyes que en YED hemos hecho referencia. Los jóvenes uruguayos se han visto respaldados por esta nueva ordenanza pero, todavía quedan ciertos aspectos por pulir.

En Perú, también se ha tratado de disminuir la tasa de desempleo entre los jóvenes, pero la ley promovida por el Gobierno de Humala levantó una fuerte oposición entre los afectados e, incluso, la OIT criticó la enmienda.

En Panamá el desempleo juvenil triplica al total, siendo las mujeres las más afectadas. En la República Dominicana sucede lo mismo, los jóvenes se quedan a las puertas de su primer empleo y las empresas piden experiencia previa en el sector.

África

Es uno de los continentes con la demografía más joven y una proyección aún mayor. Es además también donde la sociedad civil ha acogido con mucho entusiasmo la Campaña Internacional que estamos promoviendo. Desde YED hemos analizado varios países del continente africano. No todos los que nos gustaría pero sí que nos han dejado algunas pinceladas de cómo la juventud está siendo un motor importante en aquellos países donde tienen margen de acción.

En Nigeria, la juventud es mayoría en el país africano, supone el 60% de la población total, unos 80 millones de jóvenes. Pero el paro juvenil en Nigeria alcanza la escalofriante cifra de más del 50%, 56 millones de jóvenes no tienen trabajo o tienen uno pero en condiciones precarias.

También hemos visto la situación en Camerún a través de Ngwa Wilson Forbi, CEO de la Integrated Youth Volunteer Foundation (IYVF). En una entrevista a YED nos contaba que en su opinión la educación era la clave de bóveda de todo.

Prince Israel Oreka de Helping Lives International, analizaba en una entrevista que le hicimos que, su organización “es una pasión que nace para poner fin a la pobreza empoderando a los jóvenes para transformar sus naciones”. Además su conocimiento en África Occidental nos permitió conocer un poco más a fondo las inquietudes que preocupan a este colectivo allí.

Uno de los casos más preocupantes en África es Sudáfrica. El paro entre los jóvenes de 15 a 34 años ha aumentado de un 32,7% a un 36,1% entre los años 2008 y 2014. El presidente Zuma aseguró que la batalla contra el paro juvenil se tiene que librar con una alianza entre los organismos públicos y privados.

En el Estado fallido de Somalia la situación de los jóvenes es dramática. En un artículo que publicamos en YED, recordábamos que más de la mitad de la población en Somalia se encuentra por debajo de los 18 años. Pero la falta de una economía y, sobre todo, la fragmentación que hay en el cuerno de África han hecho que la violencia haya sido uno de los elementos desestabilizadores más importantes.

En Tanzania, se estima que cada año más de 800.000 jóvenes se incorporan al mercado laboral. La mayoría de los jóvenes no tiene las competencias necesarias, las que demanda el mercado laboral no son compatibles con las que se ofertan a la juventud. Como resultado tenemos una incompatibilidad de habilidades. El presidente Jakaya Kikwete aseguró que garantizar un empleo decente y bien pagado es la inspiración y el deseo de todo tanzano, tanto joven como adulto.

El último caso que hemos analizado es el de Egipto. Donde la mayoría de jóvenes decide emigrar ya que muchos, se encuentran entre la espada y la pared. Es decir, entre la inseguridad y el desempleo.

Asia-Pacífico

En esta región principalmente nos hemos detenido en los países árabes. Las naciones árabes tienen ante sí uno de sus mayores retos para el presente siglo XXI. Si el crecimiento económico al que se han visto expuestos en las últimas dos décadas les ha permitido hacer visible su potencial financiero en sectores concretos como el petróleo o la construcción, el problema del desempleo juvenil en una de las regiones más jóvenes del mundo será la clave de bóveda para mantener el rumbo político y social de los mismos.

Es preciso recalcar que Oriente Medio y el norte del continente de África son dos de las regiones del mundo con la población más joven. Sin embargo, la situación laboral de todos esos jóvenes es dramática. Sólo uno de cada tres jóvenes árabes está en el mercado laboral, siendo la tasa de desempleo juvenil en la región del 25%.

Concretamente en Marruecos, la población es cada vez mayor y más joven y su economía interna no es capaz de satisfacer tanta demanda de empleos. El sector privado carece del ‘músculo’ necesario para ofrecer contratos decentes a los jóvenes.

En Líbano, el desempleo juvenil en este país de Oriente Medio ronda el 24%, una cifra manifiestamente mejorable según el experto de la OIT.  Las opciones de crear empleo son pocas en esta zona. Esta ausencia puede desembocar en fenómenos como la Primavera Árabe en 2010.

La economía de Corea del Sur va viento en popa a toda vela. Lleva muchos años manteniendo la misma velocidad de crucero (un crecimiento superior al 3%), lo que le ha permitido colocarse como cuarta potencia regional por detrás de China, Japón e India. Sin embargo, una de las asignaturas pendientes sigue siendo el acceso de los jóvenes de entre 15 y 29 años a un puesto de trabajo. Las cifras oficiales sitúan la tasa de empleo juvenil en el 10,2%, pero algunos economistas la elevan al 25%.

Indonesia es otro de los países que desde YED hemos analizado. Ahí una de las principales barreras a la hora del acceso al empleo juvenil, radica en la inflexibilidad de la legislación. Actualmente la tasa de paro entre los jóvenes es del 22% entre los 15 y los 24 años de edad.